Gennady Golovkin volvió a demostrar ser una auténtica máquina de demolición, el kazajo fue muy superior al británico desde la campana inicial. El boxeo efectivo y contundente de Golovkin puso en problemas a Macklin segundos antes de finalizar el primer asalto, Macklin logró evitar la caída gracias a las cuerdas.
Nuevamente en el segundo asalto Macklin pasó apuros y estuvo a punto de caer, Golovkin continuó su trabajo de demolición con un gran repertorio de golpes dejando muy tocado al británico.
En el tercero Macklin salió lanzando más golpes para evitar el efectivo jab izquierdo del kazajo pero este demostraba una y otra vez su gran efectividad metiendo manos a placer, en uno de los ataques de Golovkin con golpes al cuerpo logró meter una auténtica puñalada al hígado que derribó al británico, Macklin recibió una cuenta pero fue imposible levantarse debido al dolor.
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